martes, 27 de marzo de 2018

Algunas reflexiones sobre la caza del jabalí.


Imagen relacionadaEstos días pasados pudimos ver en todas las televisiones, los actos de maltrato hacia el jabalí, dónde quedó reflejada la parte más cerril y bárbara del hombre hacia el animal. Es una de tantas exhibiciones para mostrar su gloria y poderío de fuerza bruta. Los fragmentos han sido grabados por el propio héroe, con su teléfono móvil para exponer su ambición ególatra. Esta hazaña no es nueva, desde hace siglos la nobleza y la burguesía han mostrado en sus salones el busto de la última caza que había realizado en sus tierras. El síntoma narcisista y neurótico ha llevado a la ostentación de la riqueza y de la dominación. Esto se aleja en demasía de esos instintos naturales que llevaban a nuestros antepasados a la caza para la supervivencia, cuestión que no hace tantos años que dejo a ser vital en nuestra comarca. En esa línea se expresó el gran Bernard Charboneau en "El jardín de Babilonia":

"En la pesca y en la caza pervive, reducido a las dimensiones irrisorias de una actividad de recreo, un instinto fundamental: lanzar, disparar; uno de los últimos gestos primitivos del hombre, junto con el acto amoroso"

Pues poco queda ya de esa cuestión fundamental tras el grave proceso de industrialización que nos ata y nos reconduce. Ahora pocos cazan para autoalimentarse y las consecuencias de esta política nefasta de la cadena trófica son ya más que visibles. El jabalí es de las pocas especies de animales que habitan nuestra Sierra Espadán y casi toda la península Ibérica, ya que muchas especies autóctonos han sido expulsadas o eliminadas debido a la nueva vegetación surgida tras las prácticas político-sociales y climáticas que van azotando al mundo rural. Toda la vegetación ha sido trabucada por las políticas de la emigración (campo-ciudad), del químico (sulfatos), del abandono agrícola (artesano-consumo), y de la multiplicación de grandes extensiones de pinos. Resaltar que el pino es una especie pirrófita, y que expulsa a las plantas que crecen a su alrededor como ocurre en el caso del tomillo, esto ha generado un problema evidente en el monte mediterráneo y en la fauna que habita en él, ya que el desequilibrio es una evidencia.

En este nuevo medio de maleza espesa con suelo empobrecido queda el jabalí,  que es un animal como el cerdo, de los más inteligentes, por eso cuando no tiene comida, se acerca  a las poblaciones a por ella. En una sociedad como la nuestra, consumista, la basura está en la puerta del hogar, repleta de alimentos. La pérdida de especies depredadoras del jabalí como ourre también con el lobo, el águila culebra y el lince, ha motivado un proceso de superpoblación. Además, el jabalí es un animal omnívoro, come de todo, y es adaptable a esta nueva vegetación, de maleza cuantiosa y de suelo desecado por las escasas lluvias. Se alimenta de frutos silvestres suministrados por la carrasca y los pinos; de bulbos, tallos y raíces silvestres; y de los animales roedores como ratones o topos. Todos estos alimentos son los únicos que están en este nuevo  bosque derivado de la vida industrial.

Los agentes que intervienen en el medio ambiente pretenden regular esta rotura de la cadena trófica, eliminando los jabalíes. Para llevarlo a cabo, bombardean con la peligrosidad de la “plaga” para facilitar el posicionamiento entre el vecindario. Por eso, día tras día, en sus noticiarios nos muestran los destrozos y heridas que han causado, estos animales "salvajes" y asesinos. Al final, llega la fase de la revalorización económica, donde nos calculan el valor de todos estos salvajes desastres que tenemos que aguantar, para forzar nuestro posicionamiento. Y no solamente eso, según la  DGT se "calcula que cada año se producen en España más de 16.000 (accidentes) que cuestan cien millones de euros, según una investigación de la Universidad Complutense.”[2]. Con esto se pretende enmascarar las causas finales del problema de los accidentes de tráfico, pues la verdadera respuesta radica en la propia existencia del coche y eso es difícil de admitir
Para corregir "la plaga" de jabalíes la administración cursa permisos de batidas a todas las asociaciones de cazadores, al igual que se hizo hace mucho años con el lobo. Según las últimas interpretaciones esta manera de afrontar el problema no ha tenido los resultados esperados ya que “El Europarlamento indica que abatir ejemplares puede incluso "aumentar la tasa" porque se descomponen las manadas…” [1]. 

Desde el lado del ecologismo se está tratando el problema sin ir directamente a la raíz, ya que sus denuncias critican la caza del jabalí y del zorro pero jamás adquieren una visión completa del conjunto. El abandono de la vida rural es un problema que viene de largo y con la receta  proteccionista se hace difícil salir del atolladero. Una recuperación de hábitos rurales requeriría de la caza, la pesca, la cría, la agricultura y el aprovechamiento forestal en conjunto, con el máximo de responsabilidad. Alejar la perspectiva economicista de lo rural se hace necesario para que se deje de plantear soluciones cortoplacistas a problemas de gran tamaño. 

Alfonso Soler colaborador de El Eco del Palancia



2 comentarios:

Cecilio dijo...

Compañero

Esta gente a cualquier cosa le llama plaga cuando lo que ha habido es una hiperurbanizacion y un hostigamiento total hacia el mundo natural. Que se estén quejando de que pasan por carreteras y por urbanizaciones, cuando hemos sido nosotros y nosotras quienes han invadido sus hábitats, es bochornoso. Que hablen de que van a buscar alimento a los pueblos, más de lo mismo. Los animales están cada vez más acorralados y aun tenemos la suerte de que hay algunos de ellos que todavía resisten. Justo ayer estuve leyendo la cantidad de beneficios al ecosistema que hacen los jabalíes, ningún animal es imprescindible ni el humano, pero el humano debe de dejar de verse como el gestor, amo y señor de toda la naturaleza, todos deberíamos caber. Cuando leo sobre estas cosas vuelve a salir el eterno y cansino debate economicista de que para que nos sirve esto. ¿para que nos sirven los jabalíes? En vez de buscar respuestas en todos los beneficios que generan en el medio ya empiezan a hablarnos de que a través de ellos se pueden crear muchos puestos de trabajo con el incipiente negocio del turismo rural. Ahora están con el debate de que genera más dinero si la naturaleza salvaje que a través del lobby turista o el lobby de la caza y mientras animales como el lobo y el jabalí están entre las decisiones de esos dos tipos de mercantilizacion mientras aquellos que no tenemos ningún tipo de interés en ninguno de los dos lobbys pero si que queremos que la naturaleza se regenere, en vez de posicionarnos en contra de uno y otro, ya que los dos solo son formas de negocio, y por lo tanto nocivos, siempre nos decantamos por el primero. Saludos

Anónimo dijo...

Buen apunte
Mal vamos, y hacia el "cambio" climatico o mejor dicho hacia la CATÁSTROFE climatica, solo porque todo lo gestonan con dinero. No somos nada sin la naturaleza, es mas, somos parte de ella como el jabalí pero con dinero la minoria que la gestiona y el resto lo ve con buenos ojos, hacen lo q les viene bien a sus estomagos y sus neuras. Tanto intelectual y bien formado en las universidades ni un planetamiento ni una critica al desequilibrio de especies. El jabali el lobo el conejo todos nos invaden cuando somos nosotros los opresores. El mundo al reves.
Alfon